Tantas veces me equivoco
que me caigo por tus esquinas,
por tus bordes suaves de piel
y sudor,
que me alumbra tu mirada y en tu pecho
nos encontramos,
cual dos enamorados en el Zurich,
cual dos luceros en una constelación,
que me asombro de lo frágil
y lo bello de la vida,
que a tu lado no me asusta,
que me indica que estoy viva
y que te quiero.
Y tantas veces acertamos
que la lucha se termina,
empiezo una caricia que me duerme,
que me mata,
y al final me lees un verso de Gohete
y mi rostro mira al cielo
dormida, o casi,
mi pelo sobre tu pecho,
en código morse
late mi nombre tu corazón.
3 comentaris:
Doncs tot això va molt bé, no? Sembla que molts fantasmes han marxat i ara gaudeixes de la vida. Què més es pot demanar?
M'encantaria veure totes aquestes poesies publicades en un llibre ;)
Preciós!!
Les lletres també poden ser el mirall de l'ànima.
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